
Kinesiología para tercera edad
Con el paso de los años, el cuerpo necesita nuevos cuidados y atenciones. La kinesiología para la tercera edad surge como un acompañamiento integral para mantener la movilidad, la independencia y la calidad de vida en esta etapa tan valiosa.
A través de un enfoque respetuoso y personalizado, esta rama de la kinesiología trabaja no solo en la recuperación física, sino también en la prevención, fortaleciendo la confianza y el bienestar global de las personas mayores. Es un espacio que honra el cuerpo y acompaña el proceso natural del envejecimiento con cariño y dignidad.

¿En qué consiste?
El servicio de kinesiología para la tercera edad ofrece sesiones personalizadas para ayudar a mejorar o mantener la movilidad, fortalecer músculos y articulaciones, aliviar dolores crónicos y prevenir caídas.
Durante las sesiones, la kinesióloga utiliza ejercicios suaves, técnicas manuales y herramientas de reeducación postural adaptadas a las capacidades y necesidades de cada persona.
Además de trabajar el cuerpo, este servicio busca potenciar la autoestima, la autonomía y la confianza en el movimiento, permitiendo a los adultos mayores disfrutar de una vida más activa y plena.